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martes, 15 de septiembre de 2015

Presentación doble CD "Flamenco y república. Cantes de la memoria"


FLAMENCO Y REPÚBLICA. Cantes de la memoria
(cante, toque y baile)
Presentación doble CD / Cambayá y La Falsa Realidad

19 de septiembre Teatro Echegaray Málaga

Cante: Paco Moyano, Raúl Montesinos, Juan Francisco Rivera, Silvestre Contreras y Paco el de ‘La Negra’
Guitarras: Antonio de la Luz, Francisco Moya y Juan Gamero  Baile Manuel Roldán, Rocío Suárez y Marta Ripoll
Coros y palmas: Elvira Fernández y Paco el de ‘La Negra’
Dirección artística: La Falsa Realidad
Duración 1.30 h. (s/i)

“Desde sus orígenes, encontramos la presencia de flamencos comprometidos e implicados con causas de carácter social y/o político en la historia española. En nuestra propuesta, los situamos en la persecución al pueblo gitano, proclamas liberales del siglo XIX, II República, Guerra Civil, Posguerra y Transición. Reviviendo las hazañas de sus héroes y mártires: Mariana Pineda, generales Riego y Torrijos, capitanes Galán y García Hernández, Juan Paredes, Manuel Caparrós… Y a sus artistas: Manuel Vallejo, Niño de la Huerta, Guerrita, Corruco de Algeciras, Luis Caballero, el Bizco Amate, el Piyayo o Luis Marín, entre otros. Ellos lucharon y cantaron por sus ideales recibiendo a cambio exilio, olvido, humillación, desprecio y, en algunos casos, la muerte. Su importante legado, material escaso y en muchas ocasiones deteriorado, nos motivó a grabar y escenificar sus obras con intérpretes y medios técnicos de nuestro tiempo, intercalando fidelidad con libertad creativa, e incluyendo algún cante inédito y otros de propia autoría."  LA FALSA REALIDAD

sábado, 12 de septiembre de 2015

Teresa Rodríguez cree "vergonzoso" que Memoria Histórica esté adscrita a Cultura

Captura de pantalla de la Web de la Junta de Andalucia donde esta adscrita la Memoria Democratica dentro del apartado "Historia y tradiciones de Andalucia"

Sevilla, EFE 11/9/15
La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha calificado de "vergonzoso" que, en la Junta de Andalucía, la dirección general de Memoria Histórica esté adscrita a Cultura en vez de estarlo a la Consejería de Justicia.

La Memoria Democrática está adscrita a Cultura "como si estuviéramos hablando de patrimonio o de restos arqueológicos cuando de lo que estamos hablando es de justicia", ha señalado Rodríguez al confiar en que el debate sobre estas políticas se abra pronto en Andalucía.

Rodríguez, que ha participado en un acto en los Juzgados de Sevilla, de apoyo a la causa abierta por una juez en Argentina por crímenes cometidos en el franquismo ha señalado que "algo pasa en un país cuando los crímenes de lesa humanidad se tienen que investigar en Argentina a miles de kilómetros de distancia; es una cuestión de derechos humanos no sólo de memoria, de justicia aquí y ahora".

La líder andaluza de Podemos ha abogado por que estas causas puedan culminar antes de que testigos directos "de delitos que han hecho que España sea segundo país después de Camboya en fosas comunes" desaparezcan, en alusión a los dos testigos oídos hoy en un juzgado sevillano por esta causa abierta en Argentina, dos hombres de algo más de ochenta años, hijos de represaliados por el régimen franquista.

Teresa Rodríguez ha pedido para las víctimas del franquismo "un estatus similar" al de las víctimas del terrorismo, ya que se "trata de muertos por la democracia, por las libertades y por el pluralismo".
"El Estado español tiene mucho de lo que avergonzarse cuando los relatores de Naciones Unidas hacen referencia al incumplimiento permanente de las recomendaciones que se le hacen al Estado español para investigar y establecer justicia y reparación por los crímenes del franquismo y de la guerra", ha añadido.

"Somos una sociedad democrática lo suficientemente madura a estas alturas, después de casi cuarenta años de democracia, para asumir de frente lo que ocurrió y establecer justicia con los familiares (de las víctimas) y con el conjunto de la sociedad española; es un trauma del que tenemos que salir", ha concluido.

Paco Ferrer: «Quién quiera conservar la Feixina, que se lo lleve a su casa»



Traducción Estación Malagueña

dBalears ha hablado con Paco Ferrer, superviviente de los ataques del crucero Baleares a la denominada 'carretera de la muerte', entre Málaga y Almeria

dBalears - Sílvia Portell | 09 setembre 2015
dBalears ha hablado este martes con Paco Ferrer, superviviente de los ataques del crucero franquista Baleares (al cual está dedicado el monumento de la Feixina) a la llamada 'carretera de la muerte', entre Málaga y Almeria.

Ferrer, que vive en Mallorca desde el año 1960, ha querido salir al paso de las declaraciones de ARCA y dar su punto de vista sobre el monumento y todo aquello que lo rodea.

En los últimos días la entidad proteccionista ARCA se ha vuelto a mostrar en desacuerdo con el Ayuntamiento de Palma sobre la retirada del monumento de la Feixina. La semana pasada la entidad se manifestaba disconforme con los argumentos de Corte y de las entidades que velan por la recuperación de la memoria histórica. ARCA asegura que el monumento «no es un monumento fascista. Es originalment un monumento a unas víctimas mallorquinas. Ahora es un monumento que recuerda el hecho y aboga por la paz.»

Paco Ferrer nació el año 1929 en Málaga; el año 1936 su familia partió hacia Almeria por la que sería llamada, tiempo más tarde, "la carretera de la muerte". A la altura de Almuñecar (Granada) la expedición ya no pudo continuar adelantando: el primer contratiempo fue el mal tiempo; el segundo, el crucero Baleares y dos barcos falangistas más, que les vallaban el paso disparando cañones contra los acantilados que hacían que las rocas les vallaran el paso o les cayeran encima directamente. La acción del ejército franquista sobre los huidos por la carretera de Almeria provocó entre 3.000 y 5.000 muertos, la mayoría civiles. Ante todo, la evidencia y el elevado número de muertos, el ejército de Franco siempre negó haber disparado contra la población civil.

Paco Ferrer nos explica su experiencia personal a la "carretera de la muerte" y las circunstancias que llevaron a su familia a partir de su casa. Pero también nos habla de la desagradable sensación que tuvo el día que vio el monumento de la Feixina en Palma. «Se me revolvió el estómago cuando vi a que iba dedicado aquel monumento», explica. «Dejé de pasar por esta zona. Nunca me he podido sacar de la cabeza aquellos ataques y el monumento sólo hacía que recordarmelo más».

Al hablarle del futuro del monumento y de la propuesta de ARCA de mantenerlo, su opinión es muy clara: «Quién quiera conservar la Feixina, que se lo lleve a su casa».

domingo, 6 de septiembre de 2015

De guerras, fronteras y refugiados

Refugiados de la serranía de Ronda en la Catedral de Málaga, 1936
(Biblioteca Cánovas del Castillo: Legado Temboury)

Lucia Prieto Borreguero Estudios e investigaciones 6/9/15
Un refugiado es, según la Convención sobre el Estatuto de Refugiados (1951), toda persona que sufre riesgo de persecución por motivos de raza o religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado u opiniones políticas. Normativas anteriores habían surgido como repuesta a la situación creada por los desplazamientos de la Primera Guerra Mundial. Antes de la Segunda, el problema de los refugiados se manifestó dramáticamente en España cuando el avance del ejército sublevado en el verano de 1936, provocó los primeros desplazamientos masivos de población hacia la zona republicana. Pero no sería hasta la caída de Málaga en febrero de 1937 cuando el fenómeno de los refugiados se convirtió en un problema de Estado. Fue una respuesta tardía pues durante varios días decenas de miles de personas, la mayoría civiles, fueron acosadas por la aviación y los barcos franquistas en su huída hacia Almería. Era sólo un tramo del recorrido que los andaluces convirtieron en el más largo éxodo de la guerra civil española.

Fondo Fichero Fotográfico del Ministerio de Propaganda
Refugiados de Málaga en Valencia, 1937    Fondo Fichero Fotográfico del Ministerio de Propaganda “Archivo Rojo”
Archivo General de la Administración en colaboración con el
Servicio de Reproducción de Documentos de la Subdirección de
los Archivos Estatales. MINISTERIO DE CULTURA. ESPAÑA

Entre 1939 y mayo de 1945, millones de personas, ciudadanos de los estados surgidos en el Tratado de Versalles escapaban de fronteras tan frágiles como las democracias que estrenaron. Polacos arrojados de lo que fue Prusia, prusianos empujados hacia Alemania por el Ejército Rojo. Después expulsiones masivas de alemanes étnicos de lo que volvió a ser Polonia; de Los Sudetes checoslovacos; de Eslovenia, de Lituania, de Hungría y de Rumanía. La población de origen judío fue arrancada de sus hogares en todos los territorios del Reich y de los estados del antiguo imperio austro-húngaro aliados, o anexionados con el apoyo de la población alemana; de Italia y de la Francia de Vichi. A los movimientos ocasionados por los cambios de fronteras se añadieron los desplazamientos de rusos, ucranianos, bielorrusos, polacos, estonios, letones perseguidos por el estalinismo. En Grecia, la guerra civil que daría paso a la Guerra Fría produjo el desplazamiento de decenas de miles de niños en un momento en el que ya se había dinamitado el espíritu de Postdam y Churchill, desde Sttetin a Trieste veía alzarse una cortina de acero que dividía Europa.

Las palabras de quien había diseñado el mapa del mayor semillero de conflictos, el de Oriente Medio, eran algo más que un símil. Europa quedó herida por kilómetros de alambradas que atrapaban millares de vidas con aspiraciones de libertad. Hungría que había experimentado la mayor de las mutilaciones territoriales en el Tratado del Trianon, desde la Voivodina serbia hasta la Transilvania rumana, dejó a más de la mitad de sus habitantes fuera de sus fronteras, las más meridionales –alcanzadas hoy por los sirios— salvaron en su huída hacia el Imperio Otománo a los líderes del nacionalismo magiar de la persecución de los austriacos. Poco más de un siglo después, fue la frontera con Austria la vía de escape de 200.000 húngaros opositores a la tutela soviética perseguidos tras la insurrección de 1956. Fronteras de la Guerra Fría que dividieron vidas tan cercanas como las que habitaban las dos Alemanias. Durante casi tres décadas, el muro levantado en Berlín era diariamente asaltado por gente desesperada, disidentes políticos perseguidos por la Stasi o simplemente por quienes en 1962 habían dejado su vida al otro lado.

No sólo en Europa habían mutado fronteras y gobernantes, en Asia el expansionismo japonés había desplazado a miles de chinos durante los años treinta. La ocupación nipona del área del Pacifico impulsó los movimientos nacionalistas que tras Hiroshima, en Indonesia, Vietnam, Birmania y la India desafiaron a las potencias coloniales que finalmente pese a la terquedad de Francia impusieron la descolonización.

La India británica se convirtió en contra de lo soñado por Gandhi en dos naciones que nacieron enemigas. Millones de personas huyeron de la guerra religiosa –en 1947 se había cobrado 5 millones de vidas—, musulmanes hacia la recién creada Pakistán e indues de Pakistán occidental y del Golfo de Bengala hacía la Unión India. En total 14 millones de personas se convirtieron en nómadas hasta reasentarse en las nuevas realidades nacionales que, surgidas de la identidades religiosas estaban condenadas a enfrentase. Pakistán quedó dividida y en 1971 la escisión de lo que se convirtió en Bangladesh provocó la entrada en la India de un millón de refugiados.

Los reajustes de fronteras consecuencia de la descolonización habían comenzado antes. Sobre los despojos del Imperio Otomano, Gran Bretaña y Francia habían diseñado en Oriente Medio un mapa de líneas tan frágiles como irreales. Irak, Siria, Transjordania, Líbano emergieron tras la Primera Guerra Mundial, tuteladas por occidente según el modelo político de sus creadores y manejados en función de los intereses de las potencias coloniales. Pero no fue el despojo –consentido por los ingleses— de los hachemitas a favor de los Saud de Arabia, ni resentimientos fronterizos como el de Irak, creado sin lo que sería Kuwait sino la aparición de Israel. Su establecimiento en Palestina convirtió a los estados títeres de los europeos en naciones nucleadas en torno a la identidad arabo-islámica y generó la movilización de los países árabes en sucesivas guerras. Había surgido la cuestión palestina. La guerra que en Israel es llamada de Liberación Nacional es para los palestinos, la NABKA, el desastre que envió a un millón de palestinos a Jordania. El país creado para los hachemitas ocupó hasta 1967 el territorio destinado a ser el estado palestino, pero el sueño árabe de empujar a los judíos al mar no se cumplió. Tras la victoria de Israel varios millones de árabes se convirtieron en rehenes en Gaza y en Cisjordania y en refugiados –tras su expulsión de Jordania— primero en Líbano y en los años setenta en Túnez.

Las revoluciones nacionalistas en Egipto, Libia o Irak, tanto como el desarrollo del islamismo fueron reacciones de los pueblos árabes al creciente poderío de Israel. Pero las monarquías conservadoras de los países petrolíferos utilizaron el Islam como defensa del orden tradicional frente a los regímenes con aspiraciones de secularización. En los noventa, la intervención occidental en la guerra del Golfo contribuyó a la radicalización de los movimientos islamistas. El crecimiento del Frente Islámico en Argelia o de los Hermanos Musulmanes en Egipto, representan el fracaso del nacionalismo a favor de la religión, tal y como ya había sucedido en 1979 en Irán. Pero fue en el Afganistán ocupado por la Unión Soviética, donde el islamismo se convirtió en yihadista. La CIA entrenó y armó a un ejército de guerrilleros –muyahidin— que durante diez años ensayaron la guerra contra el ocupante ruso. Cuando la URSS se retiró, “los afganos” estaban listos para combatir la amenaza al Islam en Chechenia y en Bosnia. Mientras los miles de refugiados pasthunes que originó la invasión rusa de Afganistán engendraban en Pakistán el fenómeno Talibán, la limpieza étnica aplicada por Serbia y Croacia durante la guerra de los Balcanes provocaba el mayor éxodo de población en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial. El espectáculo de serbios huyendo de la Krajina, de musulmanes bosnios tratando de escapar de las milicias serbias fue la evidencia de que con el final de la Guerra Fría empezaban otras guerras cercanas, próximas. Los refugiados no eran los fantasmas de piel oscura que a millones huían de Ruanda hacia el Zaire en conflictos remotos, eran gente de piel blanca que se movían muy cerca de nuestras fronteras.

Blancos y negros; musulmanes y judíos; cristianos ortodoxos y católicos; sij, budistas o brahmanes. Los seres humanos que la guerra convierte en nómadas tienen un sólo denominador común: el miedo y el afán de sobrevivir. Y en su huída, el hambre, el frio, la sed, el sufrimiento, la suciedad, el rechazo y la humillación.

Los campos de refugiados son en cualquiera de las fronteras una ignominia habitada, casi de forma general por sectores no combatientes: mujeres, niños, ancianos; también por jóvenes que huyen de la represión o del alistamiento. Gente que no provocó la guerra pero que la padece. Quizá existan dudas sobre las razones que involucran cada vez más a los civiles en la violencia política, pero no de quienes se benefician de las guerras. Son los que fabrican armas cada vez más baratas y más ligeras para que sean utilizadas por mujeres y niños a los que considerar enemigos; a las empresas y a los estados que se enfrentan por la depredación de los recursos –el agua en Cisjordania, el petróleo en Oriente Medio, el gas en el Cáucaso, los diamantes en Sierra Leona, el coltán en el Congo…—; a las grandes compañías que reconstruyen la devastación, a los bancos que la financian… La “paz” convierte a los traficantes en mercaderes, a los saqueadores en empresarios, a los usureros en banqueros. En definitiva, la alquimia del poder y el dinero transforma a los beneficiarios de la guerra en benefactores y a las víctimas en apestados. Acoger a los refugiados es una responsabilidad política y una política de Estado, como ciudadanos particulares no podemos sino indignarnos ante el cadáver de un niño en la playa y conmovernos por el llanto que moja las alambradas. No podemos evitar las guerras pero si podemos y exigir que se abran las puertas de la paz y que la dignidad y la paz sean con los que llaman.

Centro Documental de la Memoria Histórica_PS-CARTELES,1504
Refugiados de Málaga en Barcelona, 1937
(Centro Documental de la Memoria Histórica_PS-CARTELES,1504)

Memoria/José Rojano

José Rojano y su esposa Juliana

Francisco pimentel - La Voz de Ronda 05.09.2015
No voy a morir !!! Con esta extraordinaria frase José Rojano nos infundía valor y confianza el pasado día 22 de Julio a Jehanne, a su compañera Juliana y a mí mismo cuando pasamos tantas horas hablando de sus vivencias, de su lucha contra la dictadura, de sus sufrimientos, huidas, encarcelamientos, penurias, y de yo qué sé cuantas cosas… porque una vida de guerrillero urbano sin armas tan intensamente vivida requeriría muchas horas, días, semanas para ser registrada y aún se quedarían muchas cosas sin ser contadas, ni oídas y ahora ya se quedarán sin que nunca las sepamos porque José nos ha dejado el pasado día 30 de Agosto.

Y digo que nos ha dejado porque no ha muerto… su extraordinaria vida va a continuar ayudándonos a todos porque dio su cuerpo a la ciencia para investigación. Así lo quería, lo dejó dicho y escrito y así lo han cumplido Juliana y su familia. Nosotros los amigos nos hemos enterado cuando al recibir la mala y triste noticia preguntamos el sitio y la hora para ir a despedirlo… 

Así era José. Esa clase de hombres que hacen las cosas sin decirlas a nadie. Que las hacen porque hay que hacerlas. Que las hacen porque son las cosas que hay que hacer y ellos las hacen sin darle mayor importancia. Como las hicieron nuestros antepasados cuando se enfrentaron al fascismo y lucharon por la libertad, la igualdad y la fraternidad contra la maquinaria de guerra más grande que había entonces, contra los dominadores del mundo, contra aquellos que querían convertirnos en súbditos en vez de ciudadanos.

José estaba muy mal de salud cuando estuvimos a verlo pero lo disimulaba muy bien. Pasó horas y horas hablando, riendo y cantando con nosotros… canciones de la resistencia, canciones de la república, canciones por el socialismo y la libertad…

Pero mucho de ese tiempo lo pasamos hablando sobre los tres años que estuvieron Juliana y él, ambos ya jubilados, en el cementerio de San Rafael durante las “excavaciones” de las fosas de los asesinados por Franco. Juliana tenía allí a su padre y había albergado la esperanza de encontrarlo después de pasar toda la vida con el deseo de recuperarlo y darle digna sepultura. Juliana había recibido de su madre la carta de despedida de su padre escrita a lápiz, que con su permiso publicaré más adelante. Y esa carta les acompañó siempre.

José y Juliana son los primeros que protestaron por la forma en que se estaban haciendo las exhumaciones de nuestros familiares republicanos. Son muchas las tropelías que aquellos que estaban al frente de los trabajos les hicieron para que se fueran y no vieran nada. José me decía que no comprendía como era posible que estuviera al frente de aquello un personaje que entre otras desgracias había arrollado a dos ciclistas profesionales, como era posible la cantidad de dinero que se llevaban entre unos y otros, que como era posible que los huesos los amontonaran… tantas cosas… que… su protesta, su forma de entender la lucha contra el fascismo continuaba para la dignificación de nuestros héroes, de nuestros familiares… amargamente el 22 de Julio pasado José decía que nuestros partidos y sindicatos se habían instalado en el poder y habían olvidado a los suyos… tanto a los vivos como a los torturados y a los asesinados por querer un mundo bueno y equilibrado.

Gracias a José Rojano y a Juliana Sánchez en Ronda pudimos evitar que los mismos, con la ayuda del poder, hicieran otra excavación desastre y gracias también a Miguel Cerón y Rafi Torres, y a María José Barreiro López de Gamarra, que han denunciado abiertamente tanto como han podido y a Francisco Torres Rodríguez que ha escrito el libro “Málaga y su holocausto” describiendo parte de lo que yo califiqué en El Escorial como destrucción de las pruebas de los delitos cometidos por Franco, su pandilla de asesinos y sus valedores.

Francisco Pimentel
asociacionmemoriahistoricaronda@yahoo.es
facebook: Memoria Histórica de Ronda

El reencuentro con los compañeros de exhumación José Rojano, Juliana sentados, de pié yo, su hija, y Juan de Rute el 11 de enero durante la inauguración del pateón a las vicitmas de San Rafael  



martes, 1 de septiembre de 2015

La Guerrilla Antifranquista en Andalucía Oriental (La Axarquía)



De Huidos y Maquis 1/9/15

Charla de José Aurelio Romero Navas, experto en la Guerrilla Antifranquista de las zonas de Granada y Málaga, sobre todo de la llamada "Agrupación Roberto".
 

Bibliografía del autor:

“Recuperando la memoria”. Edición: Diputación Provincial de Málaga (1997). Autor: José Aurelio Romero Navas. ISBN: 84-7785-225-1. El autor es el prototipo de investigador de “cassette” en mano, recorriendo comarcas en busca de testimonios y de visitas continuas e interminables a los distintos archivos donde poder encontrar información para sus obras. Es casi con seguridad, el historiador que mejor conoce todo el entramado militar y de apoyo logístico y social de la Agrupación Guerrillera de Málaga-Granada, también conocida como Agrupación “Roberto”. Cuatro libros le avalan y todos sobre esta zona guerrillera de Andalucía. “Recuperando la memoria” salió a la luz cuando a finales de los 90 todavía no existía ese sentimiento de rescate del olvido de una memoria, ocultada por unos y callada por otros. Este título fue premonitorio de lo que más tarde se constituyó como “movimiento memorialista”, y esa misma frase, “Recuperando la memoria” ha sido utilizada en numerosos actos de reivindicación y dignificación, de lo que años más tarde se convirtió incluso en ley. En este primer libro, Romero Navas nos ofrece los testimonios de personas que vivieron los difíciles años cuarenta, una etapa dura en las vidas de guerrilleros, guardias civiles y campesinos.

“La guerrilla en 1945. Proceso a dos jefes guerrilleros, Ramón Vías y Alfredo Gómez Acebo”. Edición: Diputación Provincial de Málaga (1999). ISBN: 84-7785-250-2. Proceso judicial a dos personajes míticos de la guerrilla en Málaga, a través de la descripción del ambiente inestable y de marginación social de los militantes de las organizaciones clandestinas que combatieron al régimen.

“Jábega. Nº 83”. Edita: Diputación de Málaga (2000). ISSN: 0210-8496. En esta revista José Aurelio introduce el juicio a los responsables de la guerrilla de Málaga y Granada en Varios autores participan en esta revista malagueña. José Aurelio firma un artículo llamado: Los procesos sumarísimos a dos jefes guerrilleros: Ramón Vías Fernández y Alfredo Cabello Gómez-Acebo, basado en su libro editado el año anterior.

“Jábega. Nº 88”. Edita: Diputación de Málaga (2001). ISSN: 0210-8496. Varios autores participan en esta revista malagueña. José Aurelio firma un artículo llamado: 1952. Huida de los seis últimos guerrilleros a Francia.

“Jábega. Nº 102”. Edita: Diputación de Málaga (2010). ISSN: 0210-8496. En esta ocasión el título elegido para el artículo incluido en esta revista es: “La Novena agrupación guerrillera, Agrupación "Roberto" (Málaga-Granada, 1946-1952)”.

“Censo de guerrilleros y colaboradores de la Agrupación Guerrillera de Málaga-Granada”. Edición: Diputación de Málaga (2004). ISBN: 84-7785-615-X. Recopilación de los datos biográficos e históricos de más de quinientas personas vinculadas con la guerrilla de la Agrupación “Roberto”. En este censo están incluidos, tanto los guerrilleros en el monte, como sus colaboradores. El autor, prácticamente ha recopilado un registro de la casi totalidad de las personas que tuvieron contacto de una manera u otra, con los grupos guerrilleros en la zona donde actuó esta Agrupación.

“Vidas Truncadas. Acontecimientos que sucedieron en Almuñécar y pueblos de su entorno en la década de los cuarenta”. Edición: Ayuntamiento de Almuñécar (2008). ISBN: 84-7785-615-X. Romero Navas toma como eje central de este trabajo la población de Almuñécar, pero sin dejar de lado los pueblos circundantes, donde hubo también bastantes acontecimientos relacionados con el fenómeno guerrillero. Este trabajo ha sido posible gracias al rastreo por parte del autor, tanto de las fuentes orales como las escritas en relación a los hechos sucedidos en la década de los años cuarenta.
José Aurelio colabora en el libro: “Voces de la memoria. Retazos de la vida en Málaga (siglo XVIII-XX)”. Edita: Universidad de Málaga (2002). Autor: Cristóbal García Montoro (Coord.). ISBN: 978-84-7496-948-1. Obra colectiva en la que José Aurelio contribuye con el capítulo titulado: “Un testimonio oral sobre la guerrilla antifranquista en Málaga”.

"Bibliografía de Guerrilla. Publicaciones sobre el fenómeno del maquis antifranquista. Autores: José Aurelio Romero Navas & Juan Bernardo Moreno Gómez. Madrid, 2012. Editorial Tiempo de Cerezas. ISBN: 9788493809812. Trabajo de compilación bibliográfica de novelas, ensayos, artículos de revistas, etc. relacionados con el maquis antifranquista, y publicados entre el año 1937 y el 2011, en que se cerró la toma de datos.