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domingo, 25 de enero de 2015

Marcha Homenaje en Almería a las víctimas de la Huída

 
22/02/15
MARCHA "Almería"
Organiza: Dir. Gral. Memoria Democrática
Almería
10:00 h Rotonda de Pescadería
12:30 h Pta Purchena

Actos Homenaje por la huída en la provincia de Granada


-15/02/15 domingo

MARCHA "Salobreña-Motril"

Organiza: Dir. Gral Memoria Democrática

Salobreña-Motril

9:30 h Desembocadura del Guadalfeo

13:00 h Pza de la Coronación

(Concierto Juan Pinilla)

-17/02/15 martes

II Muestra de Cine Motril

"La voz dormida"

- Santiago García Clairat (escritor)

Asoc.14 de abril Costa de Granada

Motril

Centro Cultural de Caja Granada 19:00 h

-18/02/15 miercoles

Documental "Málaga 1937 Carretera de la Muerte"

- Juan Madrid (escritor)

Almuñecar

Casa de la Cultura 19:00 h

-19/02/15 jueves

II Muestra de Cine Motril

"El Rocío"

Homenaje a las víctimas de la huída

Clausura Diego Valderas, Vicepresidente Junta Andalucia

Asoc.14 Abril Costa de Granada


Motril

Centro Cultural de Caja Granada 19:00 h

-21/02/15 sábado

Documental "Málaga 1937 Carretera de la Muerte"

- Juan Madrid (escritor)

IU-PCA

Vélez de Benaudalla

Casa de la Cultura 19:00 horas

IX Homenaje en Velez Málaga a las víctimas de la Carretera de Málaga-Almería


06/02/15 viernes
IX Homenaje a las víctimas de la Ctra. Málaga-Almería
Organiza: Foro por la Memoria de la Axarquía
Vélez Málaga

19:00 h Centro del Exilio de Vélez Málaga

08/02/15 domingo
MARCHA “Velez Málaga” Vélez Málaga

Marcha Homenaje en Málaga por el Crímen de la carretera de Almería


Sábado 7 de febrero en Málaga

Organiza la PLATAFORMA UNITARIA MÁLAGA REPUBLICANA

10:30 Salida de Plaza del Obispo (catedral de Málaga, la salida de los refugiados de la provincia marcó simbolicamente el inicio de la huida)

11:30 Baños del Carmen

12:00 Las 4 esquinas del Palo

13:00 Peñón del Cuervo. Acto final

lunes, 19 de enero de 2015

Memoria/Desbandá

 
Esta palabra, desbandá, me parece horrible aplicada a nuestro drama. La he traído al título porque a partir de ahora y hasta mediados de Febrero oirá y leerá muchas veces difundida por la dirección general de la memoria democrática, reciente nomenclatura que también parece poco acertada para sustituir a la mundialmente conocida como memoria histórica en un baile de palabras para desorientarnos, como ocurre con el cambio horario.

Da la impresión de que el franquismo sigue agazapado tratando de recubrir su propia existencia al mismo tiempo que distorsiona las ideas, las palabras y hasta los hechos de los demás.

El pueblo siempre dijo la ‘huía’ cuando hablábamos del hecho de haber tenido que huir ante la agresión fascista y el terror que infundía. Primero fue la huida de muchos pueblos del campo de Gibraltar, de Cádiz, de Sevilla hacia Ronda. Luego fue la huida de todos ellos, los que pudieron, desde Ronda hacia San Pedro Alcántara y Marbella, luego hasta Málaga, y la huida desde Málaga hacia Almería.

Pero no fue una ‘desbandá’. Fue una huida que el pueblo se vio obligado a hacer para refugiarse en las zonas republicanas. Y esa huida fue ordenada y solidaria, además de hacer resistencia a la agresión. No les resultó fácil al ejército sublevado, a los moros, a los italianos y a los falangistas llegar hasta Ronda, ni tomarla, ni avanzar por los pueblos de la serranía. Mientras parte del pueblo, mujeres, niños y mayores huían hacia la costa, las milicias populares luchaban, perdían-ganaban y recuperaban pueblos y zonas una y otra vez, infligiendo derrotas humillantes a las bien pertrechadas tropas fascistas.

Luego cuando la ayuda de Hitler y Mussolini a los golpistas y el aislamiento-embargo de Francia e Inglaterra a la República hicieron que Franco ganara la guerra, éste y sus generales se dedicaron a matar alevosamente y a emplear palabras despectivas para denigrar a nuestro pueblo.

Una de esas palabras era ‘desbandá. La misma palabra que ahora desde la dirección general de la memoria democrática llevan tres años repitiendo para sustituir a ‘huía’.

El año pasado durante la marcha desde el monumento a Torrijos hasta el Peñón del Cuervo en Málaga, estuvimos hablando de esto y somos muchos, tanto de Ronda como de otros sitios que “desbandá” es una palabra despectiva para definir “la huía”. Yo recuerdo muy bien, y debe haber muchos rondeños que también, haberla oido de pequeño en boca de fascistas o proclives para jactarse y mofarse de los que aterrados habían tenido que huir.

Consultado el diccionario de la academia de la lengua he aquí el resultado:

DESBANDARSE: Desparramarse, huir en desorden, apartarse de la compañía de otros, desertar, desmandarse. Confusamente y sin orden, en dispersión. Así que la ‘desbandá’ sería una separación desordenada y en diferentes direcciones de un grupo de personas o animales.

HUIR: Alejarse deprisa, por miedo o por otro motivo, de personas, animales o cosas, para evitar un daño, disgusto o molestia.

Está claro que tanto en la realidad como semánticamente lo nuestro fue una ‘huía’ y no una ‘desbandá’ por lo que en Ronda y en Málaga esperamos que la dirección general de la memoria democrática, dirigida por profesores, corrija este mal y despectivo uso de las palabras. Por respeto a nuestras víctimas y al correcto uso del lenguaje.

El enviado especial de la ONU Pablo de Greif dijo el año pasado, coincidiendo con el aniversario de la “huía”, tener una impresión muy negativa para su evaluación sobre los crímenes franquistas: “Aquí estamos hablando de derechos fundamentales y no de instrumentalización partidista”. “La única forma de ser leal a su víctima familiar es manteniendo su memoria viva”. “Mientras la gente no tenga el mínimo reconocimiento de sus muertos, el agravio es permanente…”

jueves, 8 de enero de 2015

“Los muertos son nuestros”

En el centro Francisco Pimentel durante su huelga de hambre en el cementerio de Ronda

La Junta de Andalucia quiere exhumar en solitario a los fusilados en Ronda (Málaga). Las familias exigen participar
 
La Junta de Andalucía ha puesto en marcha una serie de exhumaciones administrativas de las fosas de la Guerra Civil. El Gobierno autonómico asume la dirección e impone su método en las aperturas, sin garantizar pruebas de ADN, con presupuesto recortado y dejando... al margen a las familias de los fusilados. La próxima exhumación de la fosa del cementerio de San Lorenzo, en Ronda (Málaga) –que alberga entre 1.700 y 3.000 republicanos asesinados–, se le ha atravesado a las familias, que habían solicitado una subvención para acometer su propio proyecto. En otros puntos de Andalucía asociaciones de familiares también protestan por razones similares.
 
Interviú • Ana María Pascual 30/12/14
La fosa común del cementerio de San Lorenzo, en Ronda (Málaga), donde yacen desde hace 77 años entre 1.700 y 3.000 personas fusiladas por las fuerzas franquistas, recuerda a un altar, encalado y lleno de flores y de velas; una especie de santuario que las viudas, los hijos y los nietos de los asesinados han cuidado y donde, en voz baja, prometieron un día a sus muertos que los sacarían de allí.

En esa misión han puesto todo su empeño. Unos 150 familiares pertenecen a la Asociación Memoria Histórica de Ronda. Algunos se han preparado durante los últimos ocho años para afrontar un proyecto de recuperación e identificación de los restos; han buscado en los archivos documentación sobre las ejecuciones, han presenciado decenas de exhumaciones, han estudiado leyes y han localizado a un centenar de testigos de la represión.

El trabajo de la asociación, por fin, daba frutos el año pasado, cuando hizo unas catas para analizar la profundidad y características de la fosa, gracias a una subvención de la Junta de Andalucía. Hoy, la entidad es una de las asociaciones de Memoria en guerra con el Gobierno autonómico. En otros puntos de Andalucía, como Castro del Río (Córdoba) o la ciudad de Málaga, familiares de represaliados critican a la Junta por haber permitido que con dinero público se realizaran exhumaciones deficientes.

Cuando las familias de Ronda solicitaron de nuevo, en septiembre de 2013, dinero para acometer la anhelada exhumación, se les argumentó que no había presupuesto. Pero un mes después, la Junta comunicaba al Ayuntamiento de Ronda que iba a abrir por su cuenta la fosa; una decisión que se puso sobre el papel un año después, el pasado 7 de octubre, mediante anuncio en el Boletín Oficial de la Junta. La Dirección General de Memoria Democrática (DGMD), adscrita a la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, dirigida por Izquierda Unida, anunciaba así una de las primeras exhumaciones de oficio que va a hacer el Gobierno andaluz.

La medida ha generado indignación entre las familias, que consideran que los restos les pertenecen y, por tanto, deben formar parte de su proyecto de recuperación.

La defensa de la fosa común de Ronda, ciudad en la que los bombardeos fascistas causaron una masacre en septiembre de 1936, ha marcado la historia de los represaliados en esta localidad. A mediados de los cincuenta, un edil rondeño ordenó cubrir la fosa con cemento por razones de “higiene pública”. El motivo que trascendió en el municipio fue otro bien distinto: impedir que los restos fueran trasladados al Valle de los Caídos, como había ordenado el dictador. Quedan vecinos que recuerdan el episodio. Francisco Pimentel, de 70 años, presidente de la Asociación de Memoria Histórica de Ronda, cuyo abuelo yace en la fosa, vio el boquete que hicieron para sacar los esqueletos. “Se veían los huesos. Para mí, que era un crío, fue traumático. Un grupo de mujeres se arremolinó frente a la fosa para impedir a los operarios que sacaran de allí a sus seres queridos. La Guardia Civil acudió; dispararon al aire para disolver a las mujeres. Poco después se colocó la losa de cemento. El concejal debía tener una humanidad atípica: protegió los restos e impidió que fueran mancillados”.
 
Las familias investigamos y tenemos proyecto. La Junta solo quiere hacerse la foto”, dice Pimentel
Las familias de los fusilados están dispuestas a volver a defender “sus huesos”. Once días estuvo Francisco Pimentel en huelga de hambre, en noviembre pasado, apostado junto al muro de los fusilamientos del cementerio, para protestar por la decisión de la Junta. “Claro que queremos que se exhume a nuestros familiares, es el objetivo de la asociación.

Pero no entendemos el afán de la Junta y de su director general de dejarnos fuera, de no contar con nosotros, que somos los que hemos investigado, los que tenemos un proyecto para la fosa y para nuestros antepasados. Ellos no tienen proyecto, se trata de sacar huesos y hacerse la foto electoral”, denuncia Pimentel, que dejó la huelga de hambre tras llegar a un acuerdo con Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática, para la creación de un comité de coordinación para la exhumación, formado por la Junta, el Ayuntamiento de Ronda, la asociación de familiares, el PSOE, el PP, IU y el Partido Andalucista.
 
Restos en cajas de cartón
La primera reunión de ese comité, el pasado 15 de diciembre, fue un fiasco. “Vinieron dispuestos a imponer su fuerza institucional sobre la razón de nuestros sentimientos”, declara Pimentel. Según Luis Naranjo, lo que empuja a la Junta es solo la legalidad: “Desde 2013, siguiendo las recomendaciones de la ONU en materia de exhumaciones, es el Estado el que debe tener la iniciativa y la ejecución en ese terreno. La cuestión técnica nos corresponde a nosotros, para garantizar que la exhumación se haga con todas las garantías. La investigación histórica y los reconocimientos sociales les corresponden a los familiares, que son la columna vertebral de la Memoria Histórica”, expone Naranjo.

Antes de que le nombraran director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo fue vicepresidente en 2011 de la Asociación Foro por la Memoria Histórica de Córdoba y apoyó la decisión del ayuntamiento cordobés, de IU, de no exhumar la fosa común del cementerio de San Rafael porque no había dinero para las identificaciones posteriores.

Hay tres mil y pico personas enterradas. ¿Para qué las sacamos? ¿Para ponerles un número?”, dijo entonces Rosa Candelaria, teniente de alcalde de Córdoba, a esta revista. Esto es lo que temen las familias rondeñas, que sus familiares acaben en cajas de cartón con un número como única identificación.
 
Cuestión de dinero
La principal pista que tiene la Asociación Memoria Histórica de Ronda para sospechar que la actuación de la Junta no incluirá la identificación de sus parientes son los 17.000 euros de presupuesto. “Nuestra asociación solicitó 88.000 de subvención, un presupuesto ajustado pero que serviría para exhumar 110 cuerpos e identificarlos –explica Pimentel–. Naranjo va a poner 17.000 euros. ¿Qué va a hacer con ese dinero? Pues abrir un boquete, sacar lo que pueda, y meter los huesos en cajas de cartón, sin que se llegue a saber a quién pertenecen esos restos”. Lo mismo opina Cristóbal Sánchez Flores, miembro de la asociación y cuyo abuelo fue el último alcalde de la República en Ronda, al que fusilaron y echaron a la fosa.

“Como familiares, no nos gustan los planes de la Junta. O las cosas se hacen bien o mejor que no se hagan. Sabemos que en otras exhumaciones de la provincia no se han identificado los restos, como en el cementerio de Málaga. Aquí queremos sacar uno por uno e identificarlos. ¿Qué es eso de imponer una exhumación por edicto?”.

Las familias piden que, como primera medida, se ponga en marcha una campaña para localizar a los familiares vivos de los fusilados y tomarles pruebas de ADN. “Son personas muy mayores que se están muriendo”, dice Pimentel. También consideran que se debe hacer una búsqueda exhaustiva de documentación en archivos para obtener toda la información posible sobre la identidad de los ejecutados. “Es necesario disponer de un laboratorio que sea el lugar de depósito de restos, de estudio antropológico y realización y cotejo de ADN. Todo esto, antes de comenzar con la exhumación”, explica el presidente de la asociación de Ronda.

La memoria histórica no consiste solo en gastar dinero –replica Luis Naranjo–. Espero contar con la colaboración del Ayuntamiento de Ronda para que aporte operarios y tenemos el compromiso del Hospital de la Salud de Ronda para que albergue los cadáveres y haga los análisis de ADN por un presupuesto módico”.
 
Reticencias
La Dirección General de Memoria Democrática ha costeado, mediante subvenciones, unos 30 procesos completos de exhumación, según Luis Naranjo. “Hay que ir cambiando el enfoque: el deber de exhumar, e inhumar cuando no hay familiares localizados de los represaliados, es de las administraciones públicas”.

A sus 83 años, lo único que le queda por hacer en la vida a Ana María Peña Sánchez es depositar los restos de su padre, fusilado en 1937, en la tumba donde descansa su madre, en Paranta, un pequeño pueblo a doce kilómetros de Ronda. De allí se llevaron los falangistas una noche a Antonio Peña Román, jornalero de 28 años y padre de tres hijos. Uno de ellos, Mateo, nació un mes después de que su padre fuera asesinado y hoy observa con desazón los impactos de bala aún visibles en la verja del cementerio de San Lorenzo. “No tenemos información de lo que va a hacer la Junta de Andalucía. Sabemos que lo han publicado en el Boletín Oficial, pero a las familias no nos han dado explicaciones. Y digo yo: si los muertos son nuestros, ¿no tenemos algo qué decir? O, por lo menos, que nos pidan permiso para cualquier cosa que se haga con ellos”, dice Mateo Peña, de 77 años.
 
“Antes de exhumar, hay que localizar a los familiares vivos, y la Junta no lo va a hacer”, denuncian en Ronda
 
Inma Rosado Montero, de 59 años, cuyo abuelo, Juan Montero Toscano, yace en la fosa de Ronda desde 1937, pide al director general de Memoria Democrática que no se mancillen los restos de los fusilados. “Sabemos que en otras exhumaciones los restos no han sido tratados todo lo bien que debieran. Se han dejado a la intemperie, sin protección frente a la lluvia y al sol, poniendo en peligro la obtención de ADN. Si van a hacer esto aquí, mejor que no abran la fosa”. Juan Montero era vecino de Cueva del Becerro, a 20 kilómetros de Ronda. “La noche del 16 de marzo de 1937 mataron a 16 personas del pueblo y amanecieron 36 niños huérfanos –cuenta Inma–. Mi abuelo además era viudo. Cuando lo pusieron en la fila para fusilarlo se escapó y se metió debajo de un camión. Allí mismo lo tirotearon. Mi madre se ha pasado toda su vida preguntándose el porqué”.
 
La fosa de los curas
También el padre de Antonio Heredia Cortés, rondeño de 80 años, pereció en los fusilamientos masivos de marzo y abril de 1937 en el cementerio de Ronda. Era obrero metalúrgico y tenía 32 años y cuatro hijos. “Un practicante del pueblo quiso sacarlo de la fila, pero cuando llegó ya era tarde. Ya estaba en la fosa”, recuerda su hijo. Antonio Heredia considera que “debería ser la asociación quien dirija la exhumación. Llevamos mucho tiempo preparando este momento. Queremos hacer una cripta para depositar allí a nuestros familiares, con sus nombres y apellidos. Otras familias prefieren enterrarlos en sus pueblos”, matiza Heredia. Hay otra fosa común en el cementerio rondeño de San Lorenzo. Es la que alberga a 42 religiosos salesianos ejecutados por las milicias republicanas, acusados de dotar de armas a los militares sublevados. Sobre esa fosa, que casi linda con la de los represaliados de izquierdas, no hay planes de exhumación. Los familiares de esos muertos decidieron hace tiempo que los religiosos descansarían juntos para siempre en esa tierra del camposanto rondeño.
 
Una exhumación en la fiscalía
Los restos de cuarenta hombres fusilados en 1937 por los militares franquistas aguardan desde hace dos años en cajas de cartón en el cementerio de Castro del Río, un municipio cordobés donde la represión fascista fue cruel. No han sido identificados, pese a que la Junta otorgó una subvención de 400.000 euros al Foro Ciudadano para la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía, una entidad que nada tenía que ver con la asociación de familiares de la zona, la Agrupación de Familiares de Represaliados por el Franquismo de Castro del Río, que ha acabado denunciando a la receptora de la subvención. El asunto está en la Fiscalía de Córdoba. “Nadie nos informó previamente de que iban a exhumar a nuestros muertos, ni nos pidieron permiso –dice a interviú Francisco Merino, miembro de la asociación de Castro del Río–. A los familiares nos dijeron que no se podía analizar el ADN de los restos por estar enterrados directamente en la tierra. Todo se hizo mal: ni había personal cualificado, porque el trabajo de exhumación se gestionó a través de un taller subvencionado por el Servicio Andaluz de Empleo; ni había antropólogo, historiadores, forense, documentalistas. No se hizo el trabajo de archivo previo ni se tomó testimonio oral a los familiares para que explicaran quiénes eran sus parientes fusilados”.

miércoles, 7 de enero de 2015

Memoria/Asamblea

Lápida en la fosa de Ronda
 
Francisco Pimentel - La Voz de Ronda 03.01.2015
La asociación memoria histórica de Ronda y Serranía celebró asamblea el 19 de diciembre para informar de las últimas gestiones y especialmente de la reunión tenida días antes en el ayuntamiento para la constitución del comité rondeño para el control del proceso de exhumaciones de nuestras fosas, según lo convenido con Luís Naranjo director general de memoria democrática de la junta de andalucía. Como ya dije esta reunión fue un total fracaso porque en contra de lo convenido Naranjo, Arenas y sus siete acólitos vinieron a imponer la chapuza que ya tenían planeada y evidentemente, como les dijo nuestra secretaria Maricarmen Ruiz: ¿para qué estábamos allí reunidos?

Rota la huelga-protesta, rota la constitución de un comité rondeño, rotas las propuestas de la asociación para empezar por donde hay que empezar, nos quedaba el recurso de convocar una asamblea y que en ella se decidieran, ahora con más tiempo, los pasos a seguir para salvaguardar la dignidad de nuestros familiares vilmente asesinados por el fascismo y ahora víctimas de un intento de vil exhumación con tintes electoralistas y de reparto de prebendas entre correligionarios.

En esa asamblea quedó patente que Ronda, los pueblos de la Serranía y otros que tienen aquí desaparecidos-sepultados a sus paisanos están dispuestos a evitar que en nuestras fosas ocurra lo peor: sacar sin dignidad ni sentimientos los huesos de nuestra gente. Llevamos toda la vida deseando recuperarlos, tanto los que aún estamos vivos como los familiares que ya han desaparecido y que nos dejaron el encargo de su deseo de rescatarlos, honrarlos y que sean inhumados con ellos. Sin embargo ahora nos vemos, después de 78 años, con la terrible paradoja de desear que los dejen como están, hasta que no se den las garantías que demandamos, porque no queremos exhumaciones de cualquier manera.

Por otro lado la falta de recursos económicos por la crisis es menos creible cuando vemos como el gobierno de Mariano Rajoy financia una costosa repatriación de los restos de la División Azul y niega toda ayuda a las víctimas del franquismo. El Ministerio de Defensa está financiando la repatriación de los restos de los españoles que lucharon del lado de la Alemania de Hitler que contrasta con la negativa persistente de financiar la recuperación de los restos de los miles de españoles asesinados y enterrados en fosas comunes por los golpistas franquistas y su dictadura militar. Así que por un lado el gobierno tiene financiación para unos españoles, supuestamente de derechas, aunque muchos fueron "voluntarios-obligados" y por otro lado se ha eliminado hasta la oficina de la memoria histórica que creó J.L.R.Zapatero, y los escasos recursos que la Junta de Andalucía ha destinado para tal fin son utilizados de una manera sectaria, partidista y electoralista que producen el efecto contrario a la recuperación de la memoria histórica y la dignidad de nuestros mejores hombres y mujeres: la desaparición de sus restos y de las referencias que los familiares hemos guardado durante 78 años.

En la asamblea hemos acordado estar vigilantes. Esperamos que la sensatez sea recuperada por la DGMD de la Junta de Andalucía y no haya necesidad de recurrir a nuevas acciones de protesta. Pero esta vez en la asamblea ha sido propuesta y aceptada que en caso necesario la protesta se hará en las fosas y comenzará por un llamamiento general a los familiares de Ronda y la Serranía para impedir la tropelía, que es un acto de abuso de poder.

Los familiares no queremos ninguna utilización de nuestros muertos. Solamente queremos recuperarlos y enterrarlos dignamente para que tengan verdad, justicia y reparación. No queremos que a la infamia de su desaparición mafiosa, ahora se añada otra injusticia sacando sus restos de cualquier manera. Los familiares queremos que se haga un proyecto total de exhumación de los 1.607 fusilados documentados aunque su duración pueda prolongarse algún tiempo, queremos el llamamiento y contacto con todos los familiares vivos para informarles y que nos informen al mismo tiempo que se toma su ADN creando un banco de datos, hacer una búsqueda exhaustiva en archivos que complemente la información oral y documental existente, tener un lugar de custodia para los ataudes y laboratorio de estudio antropológico y realización-cotejo de los ADN. Todo esto en el orden expresado para empezar las exhumaciones con las garantías que los familiares y la sociedad rondeña pedimos para la dignidad de nuestros antepasados. Esto evitaría agravios y daría esperanza a todos los familiares. Queremos curar nuestras heridas de la guerra civil. No queremos más dolor y por eso estamos en vigilia.

Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda
Grupo Facebook: memoria historica de Ronda