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domingo, 29 de septiembre de 2013

El nido de la serpiente, neonazi en Málaga


Video censurado eliminado de youtube y vimeo

Málaga La Roja 4/10/13
Grupos nazis en Málaga con declaraciones de Eduardo Clavero afirmando de no arrepentirse del asesinato de un joven de 19 años en 1990.

La policía detiene al presunto autor de la muerte de un joven en el 'metro' 1990

sábado, 28 de septiembre de 2013

Alerta antifascista en Fuengirola


Oficina Prekaria
Esta claro que l@s fascistas quieren aprovechar cualquier cosa para crear confusión, crecer y en su momento atacar a los movimientos sociales. Esta gente no son pacifistas, ni antiimperialistas sino un@s cerd@s oportunistas que unicamente quieren fomentar la islamofobia, el imperialismo español y la dictadura fascista contra l@s de abajo y a la izquierda. Hacemos un llamamiento a expresar nuestra repulsa, cada cual como vea conveniente porque este evento FASCISTA ES UNA VERGUENZA y NO VAMOS A PERMITIR QUE SE CELEBRE!! Denunciamos, además, la complicidad de las autoridades con este tipo de movmientos ultrareaccionarios y absolutamenta antidemocráticos y antipopulares...

EL FACISMO CRECE SI NO SE LE COMBATE!!

FUENGIROLA ANTIFASCISTA y ANTI-GUERRA!!

NAZIS FUERA!!
 Más solos que la una

viernes, 27 de septiembre de 2013

Memoria/ Mausoleo

Proyecto en Ronda

Francisco Pimentel - La Voz de Ronda 21.09.2013
Voy todos los días. Desde que hicimos las catas y las cerramos dejando todo tal como estaba no he podido dejar de ir ni un solo día. Casi siempre por la tarde a última hora, aunque también por la mañana, y algunos días dos veces. Antes de la investigación yo pensaba que ya había tenido todo el dolor que se podía tener por el asesinato del abuelo que no había conocido vivo, pero que había conocido por los relatos de mi abuela, su viuda, en el camino que tan a menudo haciamos desde la calle Puya hasta las fosas del cementerio.

Ahora cuando subo la calle La Bola hasta el parking y la avenida de la estación me recuerdo que allí terminaba Ronda. Luego casi todo era campo con algunas pocas casas dispersas y llegando al paso nível me deslumbraba el verdor de los campos de cereales. Según la época había más o menos flores. Las cañas del trigo me superaban en altura. Era otro trigo. Y cada día voy recordando todos aquellos pasos y palabras que mi abuela dejaba caer en mis oidos, no sé si queriendo o involuntariamente, pero que me ayudaron mucho a saber como era el mundo, mejor dicho la sociedad, porque el mundo, antes o ahora es el que es y somos nosotros, la sociedad, que lo hacemos grato o nefasto.

Junto a la gran dolencia con la que hemos vivido toda la vida los que sabiamos que nuestros familiares estaban allí tirados amontonados revueltos después de haber sido asesinados hay ahora otro dolor: haber comprobado que están ahí, haber estado tan cerca, haber visto algunos de sus restos y no haber podido sacarlos para enterrarlos dignamente. Ha sido muy doloroso haber tenido que cerrar las catas, esas ventanas por las que hemos visto un poco del horror de 1937.

Pero está el consuelo de saber que los rondeños y serranos hemos comenzado el camino para recuperar la verdad, la justicia y la reparación. Y también la alegría/tristeza que hemos visto en aquellos que han estado en el cementerio para preguntar si sabiamos algo de sus familiares obligadamente desaparecidos por la fuerza de sus domicilios con nocturnidad y alevosía. Nos hemos sentido útiles cuando hemos sido capaces de encontrar datos de y comunicarlo a sus familiares. Gente que ha estado 76 años sin saber qué había sido de su padre, su tío, su hermano, su abuelo, que se lo habían llevado una tarde/noche/madrugada para unas preguntas y ya no habían vuelto, ni nadie les dio ninguna razón, ni esperanza, ni desesperanza, nada. Desaparecidos. Como si no hubieran existido. Pero eran nuestros familiares, a través de los cuales habiamos recibido la vida, y no podiamos olvidarles. Hombres y mujeres jóvenes, llenos de vida y de ilusión que lucharon contra la negritud del fascismo por un mundo justo, sano y equilibrado.

Para algunos de estos familiares ya hemos tenido respuesta y se han emocionado y han llorado. Nosotros también. Y hemos pasado muchas noches sin dormir, pero es una gran satisfacción saber que como decía Winston a su verdugo en la novela  “1984” de George Orwell: “De un modo o de otro fracasareis... al final sereis vencidos. Antes o después os verán como sois... Hay algo en el universo, algún espíritu, algún principio, contra lo que no podréis”. 

Todos estos pensamientos me acompañan cada día en el camino a las fosas junto con la inquietud de poder encontrar todos los documentos necesarios para dar respuesta a tantos hombres y mujeres que llevan toda su vida con un interrogante y una herida en su ánima. 

Ahora tenemos dos retos en la asociación: recibir la ayuda necesaria para las exhumaciones y buscar los medios que nos permitan hacer el monumento-mausoleo de la verdad, la justicia y la reparación de Ronda.

Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda

Un panteón espera en Málaga a sus muertos

Panteón que albergará los restos encontrados en la fosa común del cementerios de San Rafael de Málaga/ Foto: Inés Benítez/ IPS


Fragmento del artículo de euroXpress relativo a Málaga por Inés Benítez
Málaga, 27/9/13 (IPS) - Una pirámide en construcción llama la atención en el antiguo cementerio de San Rafael, en Málaga. Está destinada a ser monumento de miles de fusilados, cuyos cuerpos se hallaron en la mayor fosa común de la Guerra Civil Española y la dictadura de Francisco Franco (1936-1975).
 
El cementerio se cerró en 1987. Lo visitamos el miércoles 25 y pudimos ver que está muy avanzada la construcción del panteón en forma de pirámide, que se recubrirá de losas de mármol blanco con los nombres grabados de todos los fusilados en este lugar. El resto del predio abandonado será un jardín público. 

Pero, para completar el monumento y el panteón, primero hay que identificar a las víctimas. «Solo recuerdo los gritos de mi madre cuando se lo llevaron», dice José Dorado, de 79 años, quien tenía tres cuando las tropas de Franco fusilaron a su padre, el empleado ferroviario Pedro Dorado Cruces, en la localidad malagueña de Bobadilla. 

Corría 1937. El cuerpo de Pedro, de 33 años, fue arrojado con los de otros compañeros de trabajo en una zanja del cementerio de San Rafael, relata Dorado. 

Documentos indican que aquí se fusiló a 4.471 personas hasta la década de 1950, presuntamente por ser republicanas, el bando derrotado en la guerra civil. Entre octubre de 2006 y octubre de 2009 se recuperaron 2.840 cadáveres en la exhumación más grande que se haya realizado en Europa occidental. 

El resto de los cuerpos pudo haber sido trasladado al Valle de los Caídos de Madrid, un monumento que el franquismo levantó en las décadas de 1940 y 1950, dice Francisco Espinosa, que reúne a más de 400 familiares. 

Dorado, presidente de esta asociación, se define como «una persona a la que le gusta batallar». En 2002 comenzó a batallar, precisamente, para que se abriera la fosa común de San Rafael, y lo logró en 2006. 

La Universidad de Málaga recogió muestras de ADN de los restos para cruzarlas con las de más de un millar de parientes de los fusilados, pero aún no hay identificaciones, explica el socio fundador de la asociación malagueña, Antonio Somoza. 

Los restos reposan en cajas a la espera de ocupar la cripta bajo la pirámide. 

En cuatro décadas, entre 88.000 y 130.000 personas fueron asesinadas y enterradas en cualquier zanja por distintas partes del país y unos 30.000 bebés fueron robados, según denuncias. 

«Pedimos que se saquen los restos de las cunetas y se puedan enterrar como personas», reivindica Espinosa, de 76 años, que ha luchado durante más de tres décadas para hallar el paradero de su progenitor, un carpintero argentino. «Mi padre murió aquí. Yo estaba aún en el vientre de mi madre y mi hermano tenía tres años», nos dice, de pie junto a un ciprés en San Rafael. Málaga, (IPS)- Una pirámide en construcción llama la atención en el antiguo cementerio de San Rafael, en Málaga. Está destinada a ser monumento de miles de fusilados, cuyos cuerpos se hallaron en la mayor fosa común de la Guerra Civil Española y la dictadura de Francisco Franco (1936-1975).
 
El cementerio se cerró en 1987. Lo visitamos el miércoles 25 y pudimos ver que está muy avanzada la construcción del panteón en forma de pirámide, que se recubrirá de losas de mármol blanco con los nombres grabados de todos los fusilados en este lugar. El resto del predio abandonado será un jardín público. 

Pero, para completar el monumento y el panteón, primero hay que identificar a las víctimas. «Solo recuerdo los gritos de mi madre cuando se lo llevaron», dice José Dorado, de 79 años, quien tenía tres cuando las tropas de Franco fusilaron a su padre, el empleado ferroviario Pedro Dorado Cruces, en la localidad malagueña de Bobadilla. 

Corría 1937. El cuerpo de Pedro, de 33 años, fue arrojado con los de otros compañeros de trabajo en una zanja del cementerio de San Rafael, relata Dorado. 

Documentos indican que aquí se fusiló a 4.471 personas hasta la década de 1950, presuntamente por ser republicanas, el bando derrotado en la guerra civil. Entre octubre de 2006 y octubre de 2009 se recuperaron 2.840 cadáveres en la exhumación más grande que se haya realizado en Europa occidental. 

El resto de los cuerpos pudo haber sido trasladado al Valle de los Caídos de Madrid, un monumento que el franquismo levantó en las décadas de 1940 y 1950, dice Francisco Espinosa que reúne a más de 400 familiares. 

Dorado, presidente de esta asociación, se define como «una persona a la que le gusta batallar». En 2002 comenzó a batallar, precisamente, para que se abriera la fosa común de San Rafael, y lo logró en 2006. 

La Universidad de Málaga recogió muestras de ADN de los restos para cruzarlas con las de más de un millar de parientes de los fusilados, pero aún no hay identificaciones, explica el socio fundador de la asociación malagueña, Antonio Somoza. 

Los restos reposan en cajas a la espera de ocupar la cripta bajo la pirámide. 

En cuatro décadas, entre 88.000 y 130.000 personas fueron asesinadas y enterradas en cualquier zanja por distintas partes del país y unos 30.000 bebés fueron robados, según denuncias. 

«Pedimos que se saquen los restos de las cunetas y se puedan enterrar como personas», reivindica Espinosa, de 76 años, que ha luchado durante más de tres décadas para hallar el paradero de su progenitor, un carpintero argentino. «Mi padre murió aquí. Yo estaba aún en el vientre de mi madre y mi hermano tenía tres años», nos dice, de pie junto a un ciprés en San Rafael.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Las obras del panteón de San Rafael en memoria de los fusilados se acabará en octubre


Conchi García 13-09-2013
La construcción del monumento en memoria a las víctimas de la Guerra Civil en el cementerio de San Rafael de la capital concluirán en el mes de octubre, según la asociación de la Memoria Histórica de Málaga. En este panteón, con forma de pirámide, quedarán grabados los nombres de los más de 4.400 fusilados que hay documentados, y se dará sepultura a los restos de los 2.800 personas que fueron exhumados de las fosas comunes.
    Casi un año después de que comenzaron las obras para levantar un monolito en memoria de las víctimas de la Guerra Civil en el antiguo cementerio de San Rafael, los trabajos están a punto de concluir, según la Asociación de la Memoria Histórica, y podrá ser inaugurado en el mes de octubre. Ya está construida la pirámide de ocho metros de altura y 140 metros cuadrados de superficie, y la cripta. Queda por poner la piedra de mármol que revestirá el monumento y donde se grabarán los nombres de las 4.411 personas que, según los documentos, fueron fusiladas allí.

    La actuación cuenta con un presupuesto cercano a los 182.000 euros aportados por el Ayuntamiento, el Gobierno central y la Junta de Andalucía. Más allá de esto, la Asociación de la Memoria Histórica quiere también que se conserve el muro y las fosas comunes del cementerio como símbolo del recuerdo de los malagueños de ambos bandos fusilados durante el conflicto.

    El panteón, que tiene unos tres metros de profundidad, albergará los restos de los 2.840 fusilados que fueron recuperados de las fosas comunes y que actualmente se encuentran custodiados en Parcemasa. Así, una vez que acabe la construcción, se procederá al traslado de los cuerpos, que previamente los arqueólogos habrán documentado cada uno en su féretro, y se celebrará un entierro que contará con la presencia de todas las instituciones y personas que han colaborado en la exhumación de las fosas.

    El objetivo es que si en un futuro las pruebas de ADN permiten identificar a las víctimas, los familiares puedan recuperar los restos.

    La Universidad de Málaga acabó hace unos dos meses la extracción de muestras de los restos, con la intención de cotejarlas con las pruebas de ADN que se habían realizado a los familiares vivos de las víctimas, y poder así identificar los cuerpos. Este proceso se encuentra ahora paralizado, a la espera de conseguir financiación. Las familias sin embargo, no pierden la esperanza.

    La de San Rafael está considerada como la mayor fosa común de Europa. Las investigaciones documentales han certificado que en ellas había más de 4.400 fusilados, de los que 2.800 se han recuperado en las labores de exhumación desarrolladas en los últimos años. Después de la inauguración de este monumento, el objetivo del Ayuntamiento es recuperar el resto de los casi 74.000 metros cuadrados del antiguo camposanto como zona verde.

    Audios:

    La verdad oculta de la represión en Málaga

    Exhumación en el cementerio de San Rafael en Málaga

    Documentos judiciales y consulares inéditos localizados por Francisco Espinosa demuestran que la víctimas del periodo excedieron de largo las cifras oficiales

    06.09.2013 
    Fue en los años cuarenta. Cuando los cañones todavía humeaban. En los juzgados, donde aún se tramitaba la pena última, algunos funcionarios del régimen intentaban armar el rompecabezas legal dejado por la represión de los primeros meses posteriores a la guerra. Por celo profesional y también por la sospecha, cada vez más esclarecida, de que se había actuado con una heterodoxia intolerable, cercana al desacato. Cientos de ejecuciones llevadas acabo sin sentencia y sin la autorización gubernativa, todas ellas procedentes de Málaga, lo que alimenta la teoría, tan común entre los historiadores, de que el periodo resultó en la ciudad mucho más macabro de lo que se presume en las fuentes oficiales.

    Hasta el momento había indicios. Jirones de evidencias y testimonios que hablaban de un montante de muertos muy superior a las referencias obtenidas en los archivos civiles y militares. Incluso, por encima del índice más detallado, el de Francisco Espinosa, quien con motivo de las exhumaciones en el cementerio de San Rafael, extrajo de los caóticos fondos documentales los nombres y apellidos de más de 4.400 fusilados. Es el propio Espinosa, quien se sumergió a diario y durante más de una década con los legajos, el que ahora, en el curso de sus estudios pioneros, aporta las pruebas científicas que acreditan efectivamente que la barbarie fue todavía más bárbara, con un volumen de víctimas entre 1937 y 1944 que la diplomacia británica y estadounidense de la época cifraba en 16.952 personas.

    La inferencia de Espinosa, lejos de dar alas a ningún tipo de especulación, se fundamenta en documentos de los de timbre de circulación interna. Comunicaciones salidas de las entrañas del sistema de justicia de los propios represores, además de la correspondencia entre cónsules y embajadores. El primero de ellos, que pone sobre la pista de la arbitrariedad de los asesinatos, es un texto del 23 de julio de 1941 firmado por el general jefe de la 23 división del Estado Mayor en el que se ordena la presentación de todas las diligencias acerca de tres reos, Tomás Ruiz de la Herranz Jiménez, Tomás Ruiz de la Herranz Baras y Juan Arrabal Mate, condenados a muerte en Málaga. En un tono manifiestamente contrariado, el general exige los certificados de defunción «y un informe motivado de las razones por las que fueron ejecutados sin esperar el Enterado de la superioridad y el porqué no se dio constancia de dichas ejecuciones».

    La anomalía, especialmente en lo que respecta al Enterado, que era el sello de conformidad de la autoridad de los superiores militares, se repite en otra carta, esta vez del asesor jurídico de la auditoría general de Málaga, suscrita ese mismo verano, el del 41. En esta respuesta, a la que ha tenido acceso este periódico, el responsable del servicio de justicia da cuenta de la brutalidad aniquiladora de los meses posteriores al conflicto, en los que se acabó por prescindir de cualquier tipo de legalismo, incluida la consignación del nombre de las víctimas.

    El asesor llega a esta conclusión después de interesarse a petición del Estado Mayor por el destino de tres hombres cuya sentencia de muerte, aprobada en abril de 1937, fue aplazada por su condición de amancebados. A los acusados Gabriel Marín Valenzuela, Juan Ruiz Quero y Cristóbal Jiménez Gallardo, que formaban parte de un mismo expediente junto a otros seis detenidos, todos ellos fusilados, se les concedió una moratoria para que pudieran casarse. Sin embargo, posteriormente, no se encontró ningún documento ni ninguna petición de conformidad que completaran la causa. Un sistema que se repetía, según pudo comprobar, en muchos otros casos, con independencia de las circunstancias.

    La reflexión del alto funcionario es espeluznante: «....en los meses que siguieron a la liberación de Málaga, y obedeciendo sin duda instrucciones u órdenes recibidas en tal sentido, al ejecutarse las penas de muerte no se consignaba en los autos más que una simple diligencia de notificación, sin consignar el número ni los nombres de los condenados, según puede observarse en cuantas diligencias de esta clase obran en los procedimientos tramitados, idénticas las diligencias que obran en estos autos y las que se extendían en la mayoría de los procedimientos y sin que el nombre de los ejecutados apareciera».

    El documento alude en este sentido a un enjambre de cárceles provisionales extendido por toda la ciudad y a un trámite en los procesos de fusilamiento en el que la única referencia era una comunicación escueta a Sevilla y Salamanca. «Se llamaba por teléfono y simplemente se les decía el número de ejecutados», señala Espinosa.

    La falta de registro de las ejecuciones, que condena al olvido a miles de crímenes cometidos en la provincia, es paradójicamente la expresión fedataria del alcance de la masacre. Y, sobre todo, de la carencia de recursos que permitan acercarse a sus magnitudes reales. La más aproximada quizá es la que reseña el cónsul de Estados Unidos, Harold B. Quarton, quien en 1944, le escribe al embajador de su país en Madrid, Carlton H. Hayes, para notificarle las cifras de la represión que manejaba su colega del cuerpo diplomático británico Robert G. Goldie. En esta carta, localizada también por el investigador Francisco Espinosa y consultada por este periódico, los cónsules se hacen eco de las cifras oficiales hasta la primera semana de agosto, en la que los nacionales, aclara, acribillaron a 3.500 personas y las milicias a 1.050, la mayoría bajo el gobierno republicano. A estos números, añade la ejecución de hasta 28 personas en el mes de agosto de 1944, con un seguimiento nombre a nombre extraído de los registros de las prisiones provinciales. Y un cálculo global procedente del propio Goldie, que basándose en los encarcelamientos y la desapariciones finiquita el periodo posterior a la guerra (1937-1944) con un balance siniestro: 16.952 víctimas de los represores.

    El cónsul americano aclara que todos estas ejecuciones pertenecen a las represalias, que no a la contienda, y sitúa el volumen más verosímil en alrededor de 20.000 personas. El 10 por ciento de la población total de la ciudad. Un castigo feraz, asombrosamente cruento y con sombras silenciadas durante más de cincuenta años.

    El panteón de San Rafael lucirá muy pronto los nombres de las 4.411 víctimas

    Monumento en obras

    06.09.2013 
    Ya no es el ruido, solemne y casi de duelo, de la pala, pero pronto será el cincel y el martillo. La pirámide que albergará los restos de los fusilados en el cementerio de San Rafael, el campo de exterminio más significativo en cuanto a número de víctimas de la represión, empieza a descubrir su silueta. En los próximos meses, y por primera vez en más de medio siglo, el camposanto quebrará el anonimato inmisericorde en el que ha permanecido, bajo el peso de la tierra, la mayoría de los sepultados. Según explicó Francisco Espinosa, de la Asociación contra el Silencio y el Olvido, por la Memoria Histórica, los trabajos están muy avanzados y ya ha sido enviada la relación de víctimas que será grabada en la falda del monumento.

    Se trata en total de 4.411 nombres, todos ellos recuperados por el propio Espinosa y otros investigadores en su lucha titánica contra la falta de respuestas formales y la precariedad de los archivos del periodo. La pirámide, de seis metros de altura, constará de una cámara subterránea que servirá de tumba a los 2.840 cuerpos rescatados durante la exhumación del cementerio, que finalizó en 2009. El traslado de las víctimas, que descansan de manera provisional en un pabellón especialmente acondicionado de Parcemasa, pondrá fin a una investigación ejemplar iniciada hace ya casi una década en los archivos, con la colaboración activa y financiera del Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento.

    Precisamente las tres administraciones participan en los costes del monolito, que ascienden a 220.000 euros. El Consistorio, que aporta 80.000, ha propuesto, además, la construcción de una pasarela de acceso al complejo funerario que resta por construir y cuya finalización significará, presumiblemente, el fin de la obra. Espinosa es optimista y confía en que el proyecto, que arrancó a finales de diciembre de 2012, se perfile antes de que concluya el próximo año.

    Andrés Fernández, arqueólogo responsable de la excavación y director del equipo que acometió también los trabajos de campo de Teba y Alfarnatejo, entre otros, explica que los restos se custodian ya en cajas individualizadas. Además, muchos de los familiares han sido sometidos a las pruebas de ADN con el objetivo de que en un futuro se puedan contrastar las identidades. Una tarea, esta última, que se antoja difícil por sus costes económicos y el deterioro que presentan algunos de los cuerpos.

    Las exhumaciones de San Rafael, cuyo inicio precedió, incluso, a la ley de Memoria Histórica, han sido utilizadas, incluso, como modelo para elaborar la legislación que regula en todo el país las operaciones de recuperación de los restos de las víctimas del franquismo.

    La diferencia entre la cifra de asesinados en el camposanto, que llega hasta los 4.411 nombres que lucirán en la pirámide, y la de los cuerpos recuperados se explica en una serie de hipótesis históricas que incluyen desde el más que probable traslado de cuerpos al Valle de los Caídos a la inhumación, previo pago familiar, en sepulturas más dignas. También está el caso de 90 víctimas que fueron utilizadas de manera impune, aunque documentada, como conejillo de indias para experimentos científicos. La asociación quiere que el panteón se acompañe de una zona consagrada a la creación de un parque de la memoria similar a los que existen en Berlín o Polonia.

    miércoles, 11 de septiembre de 2013

    Impulsan la aplicación de la ley de la memoria en el Rincón de la Victoria

    Paseo de los Túneles de la Cala del Moral

    malagahoy.es - M. C. Rincón de la Victoria 10.09.2013 
    IU ha presentado una moción en el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria para pedir que se cree una comisión para la recuperación de la memoria histórica en el municipio. Ésta, a juicio del portavoz de esta formación, Pedro Fernández Íbar, estaría conformada por todos los partidos políticos con representación municipal y aquellas asociaciones que quieran participar en la recuperación de la memoria del municipio.

    "Es necesario que esta ley se aplique en nuestro municipio para recordar de forma adecuada a todas las personas del pueblo que lucharon por la democracia durante la Guerra Civil y la dictadura, lo más adecuado para aplicar la ley sería crear una comisión", señaló el edil de Izquierda Unida quien además ha instado al equipo de gobierno a que ponga una placa conmemorativa de Huida de la Carretera de Almería en el túnel de La Cala del Moral como homenaje a la población civil de Málaga, víctima de los bombardeos del 8 de febrero d 1937.

    "Además de la comisión es necesario que en nuestro municipio se ponga una placa en memoria de las víctimas inocentes, de la Huida de la Carretera de Málaga a Almería, municipios como Málaga en el Peñón del Cuervo, o Vélez Málaga en Torre del Mar, ya han puesto placas para evitar el olvido", recordó Fernández.

    martes, 3 de septiembre de 2013

    Memoria/Pinsapo


    Francisco Pimentel -Asociación Memoria Histórica de Ronda 31/8/13
    Estos últimos días, desde el Lunes hasta ayer Viernes, se han repuesto los materiales de la apertura de las catas. Todo ha quedado como estaba. Se han cerrado las ventanas por las que hemos hecho las comprobaciones que nos exige la ley de memoria histórica y por las que hemos visto un poco del temor, el horror y el terror que sufrieron nuestros antepasados por defender la república.

    Pero nos ha costado y nos sigue costando un gran esfuerzo abandonar las fosas, el cementerio, a nuestra gente que asesinada, tirada, amontonada lleva 76 años esperando verdad, justicia y reparación.

    Ya no es lo mismo. Nuestro corazón sufre. Siempre a sufrido por esta causa. Siempre nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros actos han estado dominados por esta tragedia. Aunque no lo supiéramos. Todos víctimas. Toda una sociedad víctima de unos pocos desalmados. Aunque nos cueste reconocerlo. Aunque no queramos reconocerlo.

    Cuanto esfuerzo perdido. Cuanta inteligencia desperdiciada. Cuanta valía anulada. Cuanta vida marchitada. Es lo que se piensa mientras terminamos de pintar la losa. El fondo blanco y la cruz negra. Como siempre han estado, pero mejor, porque están brillantes, como recobrando un nuevo álito de esperanza, al ver que por fin empieza una nueva etapa en que no existen para encubrir sino para cubrir.

    Como la tierra roja envolviendo suavemente sus cuerpos, como el pinsapo alargando sus raices hasta acariciarles, como Raúl, Antonio, Cristóbal y yo mismo buscándoles para decirles que ya estamos aquí. Que hemos tardado pero que la dictadura y sus secuelas ya están siendo superadas. Que su valentía, su resistencia y su sacrificio no fueron en vano. Que también ahora nos están ayudando a restañar y curar nuestras heridas.

    Verdad, justicia y reparación se han consagrado en el mundo entero para las víctimas de la iniquidad y debemos cumplir con nuestro deber de ciudadanos libres, sabiendo que también para nosotros es un bálsamo revitalizador de la democracia, la justicia y la libertad.

    La asociación se ha incrementado de nuevos socios. Se ha hecho la Memoria Preliminar. Se ha comunicado al Juzgado. Y se ha informado a la sociedad. La Junta Directiva y el equipo de trabajo nos comprometimos con nuestro Ayuntamiento y la Dirección General de la Memoria Democrática para hacer una labor impecable y lo hemos conseguido.

    A pesar de las dificultades que han sido muchas pero también han sido innumerables las ayudas recibidas de todos los rondeños y de demócratas y republicanos de otros lugares que han seguido con atención el desarrollo de nuestras prospecciones.

    Como no puede ser de otro modo tenemos ciertas costumbres arraigadas en nuestra educación que nos impelen para actuar copiando lo repetido. Mi abuela, toda vestida de negro desde los 40 años, como todas las mujeres que sobrevivieron a la tragedia, analfabeta de no saber ni firmar, como todas las mujeres de aquella época, tenía una mente brillante, como todas nuestras mujeres, y me repetía : “nada de vuelta de la tortilla, nosotros no podemos hacer las cosas como ellos, porque si no, nos convertimos en ellos y entonces nada habrá valido la pena”.

    Quizás sea ese uno de los males que nos aqueja ahora mismo y la desesperanza que nos agobia. Mientras tanto para que el patio número 4 y nuestras fosas comunes queden en perfectas condiciones ya solo queda recortar los setos.

    Francisco Pimentel
    Asociación Memoria Histórica de Ronda