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sábado, 12 de febrero de 2011

Los escritos clandestinos de la Málaga obrera

Los escritos de la clandestinidad. Fotografía de la desaparecida fábrica de Citesa Gregorio Tores



El malagueño José Antonio Ruiz ha donado al Archivo Histórico Provincial valiosos documentos que sacan a la luz la actividad clandestina del Movimiento Obrero en la represión franquista
 
ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA Primavera de 1962. Las Comisiones Obreras nacen y se extienden rápidamente por lo ancho y largo de nuestro país y, ante las Elecciones Sindicales de 1966, lanzan la consigna de participación en ellas, con la intención de cambiar el Sindicato Vertical o demostrar su ineficacia. Este hecho sirvió de pretexto en Málaga para movilizar a muchos jóvenes inquietos, y a la vez temerosos, en la preparación de unos comicios sindicales convocados oficialmente por el régimen franquista.

No dudan en colaborar en los preparativos, lo que originó que la Juventud Obrera Católica, muy fuerte en Málaga por esta época, las Juventudes Comunistas y un grupo del Frente de Liberación Popular desplegaran una batería de actuaciones, que culminó en diversos encuentros que constituyeron los primeros pasos organizados del denominado Movimiento Obrero en Málaga, que alcanzó su consolidación en el año 1972.

La actividad sindical y política de estas organizaciones obreras generó un volumen ingente de documentos para difundir su lucha contra la dictadura, que por su situación de ilegalidad eran destruidos a la mayor celeridad para evitar las represalias. Esta clandestinidad ha motivado que esta historia reciente de Málaga haya sido una gran desconocida para muchos.

Pero este vacío informativo va a cambiar a partir de ahora. José Antonio Ruiz Muñoz, presidente de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga, fue una persona muy comprometida con los movimientos obreros en la provincia; vivió y participó de forma activa y directa en estas reivindicaciones de los trabajadores y supo guardar celosamente los testimonios escritos de esta etapa decisiva de la historia reciente de España.

Ahora, estos legajos clandestinos salen a la luz pública con la donación de este malagueño al Archivo Histórico Provincial, dependiente de la Junta de Andalucía. Este interesante legado, compuesto por 400 documentos aproximadamente, que abarcan los años 1965 a 1979, son «fragmentos valiosísimos de nuestra historia», destaca la directora del Archivo Histórico Provincial, Esther Cruces.

«Consideramos esta donación de gran interés para incrementar el conocimiento y los testimonios documentales disponibles para el estudio de la actividad clandestina de movimientos, partidos y sindicatos de izquierda durante la dictadura franquista y los primeros años de la democracia en Málaga», añade.

Para Cruces, estas joyas, por su propia naturaleza ilegal, se podrían denominar el «antiarchivo». «El fin de estos escritos clandestinos era desaparecer, por motivos de seguridad porque constituían un delito. Se destruían por miedo a la represión. Existían consignas para que nadie los llevara encima cuando los detenían. El hecho que estén en un archivo, como es este caso, los hace más valiosos», observó.

Octavillas del movimiento sindical

Circulares de protesta del sindicato Metal-Unión de Técnicos y Trabajadores sobre el cierre de la fábrica VERS (1972), octavillas de Comisiones Obreras al pueblo de Málaga para informar por la lucha de Citesa (1974), panfletos a la clase obrera desde la prisión de Carabanchel (1975), diversos boletines obreros de los militantes de CCOO (1974), octavilla sobre los compañeros de hostelería (1972), cartel que informaba sobre el mitin comunista organizado por Bandera Roja (1977), el primer ejemplar de Despertar Obrero, el órgano de prensa de la Comisión Obrera de Citesa (1974), convocatorias de manifestaciones en el centro de Málaga (1976), comunicado de los trabajadores encerrados en la iglesia de Santo Domingo (1976) o informaciones elaboradas por los presos sobre hechos ocurridos en la cárcel de Carabanchel en el año 1975 son algunos de los documentos que integran este acervo histórico y que reflejan la actividad sindical y política desarrollada por José Antonio Ruiz Muñoz en aquellos años en Málaga.

Este legado se completa con publicaciones de prensa de los periódicos locales del momento y boletines de movimientos y organizaciones clandestinas.

Entre las curiosidades de este fondo documental está una lista electoral, en la que aparece una desconocidísima María Teresa Campos. La periodista malagueña por aquel entonces fue una de las candidatas al Congreso por Málaga por el partido Reforma Social Española en las elecciones de 1977. El texto traza una semblanza de la presentadora de televisión y destaca: «Su preocupación por los problemas femeninos se ha puesto de relieve en numerosas ocasiones, especialmente en el programa Mujer 77, en el que se han expuesto todos los temas y situaciones que nos muestran la discriminación y opresión de que la mujer es objeto en la sociedad actual».

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